Este domingo después de varios días sin luz ni agua, nos levantamos tarde y decidimos ir a tomar un brunch (una opción entre desayuno y almuerzo) a uno de nuestros lugares preferidos: Malvón en Lafinur 3275
Se trata de una vieja casona reacondicionada donde además de comer tenés la opción de comprar cosas ricas para llevar a tu casa. La elaboración de la panadería y pastelería es casera.
La decoración es descontracturada, onda palermitana y la atención es correcta.
Los brunchs que sirven los sábados y domingos de 11 a 16 (dicen hasta 16.30, pero a las 16 ya no te sirven esta opción) son muy buenos y abundantes.
Ricardo pidió un Papover de salmón con una limmonada y yo un Nicoise de langostinos con el agua del día, una mezcla de naranja con mango.
Los platos son abundantes, la panera excelente, y el acompañamiento de scons de harina de maíz, con manteca salada y un sirope con fruta y copos complementan muy bien la propuesta.
La relación precio/calidad es un hallazgo.