Estamos llegando a fin de año y usualmente
hacemos un balance. La mayoría de las empresas cierran su ejercicio económico y
evalúan el resultado. Las personas hacemos algo similar, vemos el año en
retrospectiva y evaluamos el
resultado.
Este año, tomando la idea que me aportó una querida amiga, les propongo hacer un "Inventario". Focalizarnos en las cosas buenas que nos sucedieron. Buscar la oportunidad en las crisis que atravesamos, valorar lo maravilloso de nuestra vida, salud, hijos, familia, amigos, trabajo, que muchas veces damos por sentado como si fuera un derecho adquirido imposible de perder.
No olvidemos colocar los “intangibles” , los valores que hemos ido acrecentando en esta año, la bondad, la sinceridad, la valentía de enfrentar cada día, la capacidad de compartir con nuestros seres queridos, la alegría, la generosidad, la fortaleza con que enfrentamos las adversidades, la voluntad para seguir avanzando, el deseo de ser mejores cada día.
Esto nos permite ver este 2016 desde otra perspectiva, mantener la pasión en los proyectos, calificar las experiencias con otra mirada, puesta más en lo que sí tenemos, en lo que conservamos, en lo que adquirimos.
Si estamos convencidos que el Universo siempre conspira a nuestro favor y lo que Sucede, Conviene, podemos considerar cada hecho como un aprendizaje importante para capitalizar.
Sabemos que las cosas en las que hacemos foco son las que se multiplican, la energía que emitimos y por correspondencia atraemos. Por lo tanto hacer este ejercicio de inventariar nuestros recursos, capacidades, afectos, posibilidades, hará que estos crezcan continuamente.
Aprender a fluir con la vida, que el árbol no nos tape el bosque, significar las experiencias desde un lugar más abarcador, puede brindarnos un nuevo año de mayor bienestar, paz y abundancia. Brindemos por ello.
Que en el 2017 lleguen las bendiciones que el Universo derrama sobre cada uno de nosotros
Muchas gracias por compartir otro año.
